Este miércoles se han retomado las sesiones de la I Escuela de Verano de la Macaronesia en la Real Sociedad Económica de Amigos del País de Tenerife con el seminario «Prevención de enfermedades importadas en la Macaronesia«, dedicado a contenido científico-técnico.
Prevención de enfermedades tropicales importadas en la Macaronesia
La jornada arrancó con la ponencia «Globalización, salud y solidaridad en la Macaronesia» a cargo de Basilio Valladares Hernández, catedrático de Parasitología, profesor emérito de la ULL y presidente de la FUNCCET, que inició su charla con una breve introducción sobre el fenómeno de la globalización como elemento determinante para la entrada de patógenos, vectores y reservorios.
“Un ejemplo claro es la peste, que tardó en llegar de Asia a La Laguna siglos, sin embargo la covid tardó tan solo meses. Esta es la realidad a la que nos enfrentamos, esta rapidez provocada por los movimientos de las personas y las mercancías es un reto para el control de las enfermedades”, puntualizó.
Entre las alertas recientes el experto recordó el síndrome de las vacas locas, la gripe aviar, la gripe porcina, el ébola, el sarampión o la diarrea infantil, entre otras.
Como consecuencia de esa globalización, el experto habló de enfermedades que se han podido detectar y controlar en Canarias en los últimos años como resultado de un trabajo en red. “La individualidad ─señaló─ no nos conduce a nada, es necesario que todos colaboremos y que compartamos conocimientos y esta escuela es un ejemplo de ello”.
Un trabajo colaborativo que ha permitido identificar enfermedades como la fiebre Q, transmitida por garrapatas de origen australiano, que puede pasar desapercibida pero que puede provocar problemas graves. “Hicimos un estudio entre las personas que estaban llegando al hospital con fiebres altas de origen desconocido y el 25% dio positivo en fiebre Q, no se hacía esta prueba antes pero al realizarla se pudo identificar la presencia de este patógeno”. Un estudio que identificó a muflones y al arruí como los reservorios de estas garrapatas. En el caso de Cabo Verde se ha identificado en las ratas.
Valladares se detuvo especialmente en los mosquitos a los que hizo referencia como los “reyes de los vectores”, capaces de transmitir enfermedades como el zika o el dengue. “En Madeira entró en 2004 y no se actuó a pesar ─explicó─ de las advertencias; en Canarias este mosquito no está presente, los casos son importados. En Cabo Verde ya estaba presente desde 2008 y se dieron más de 20.100 casos estimados y cinco muertos, en la actualidad cuentan con los sistemas para diagnosticarlo y tratarlo”.
El codirector de la Escuela de Verano de la Macaronesia puso en relieve estos datos con el objetivo de destacar “la necesaria vigilancia” de este vector para evitar su entrada y asentamiento en las Islas, como sucedió en Fuerteventura donde se actuó de forma eficaz.
Finalmente, destacó algunos proyectos de cooperación que se han puesto en marcha como el proyecto europeo MOSQUIMAC; AEDENET, sistema de control generalizado en la Macaronesia; o Tintaedes, pintura insecticida que se probó en dos barrios de Praia en Cabo Verde con resultados excelentes.
El siguiente ponente fue Rubén Bueno Mari, director técnico de Retokil Vector Control, con la ponencia «Como frenar la expansión de enfermedades tropicales en la Macaronesia».
Bueno centró su exposición en el control del Aedes aegypti, mosquito que más preocupación genera por la gravedad de las enfermedades que ocasiona, e incidió en la “implicación de la sociedad y la educación en medidas preventivas” como factores fundamentales. Evitar las aguas estancadas, limpiezas de zonas comunes, cambio del agua de las mascotas cada dos días o evitar traer plantas y animales sin controles, son algunas de las recomendaciones.
Bueno apuntó que la Macaronesia reúne las condiciones ambientales, temperatura y humedad, adecuadas para favorecer el ciclo reproductivo de este insecto, mientras que la zona del Mediterráneo prolifera el conocido como mosquito tigre, cuya picadura es molesta pero no genera enfermedades graves.
“Aquí nos llevan ventaja, la ciudadanía reconoce bastante bien los patrones y las diferencias entre los mosquitos y esto es clave para su control. Sabemos que el Aedes llegará en algún momento y nos preocupa que la ciudadanía piense que se trata del mosquito tigre”, apuntó. A lo que añadió que a simple vista es posible distinguirlos ya que el tigre tiene una línea blanca que atraviesa cabeza y tórax, mientras que el Aedes tiene dos líneas blancas y dos curvas a cada lado.
El experto comentó que las medidas de control que se aplican pasan por acotar un perímetro de 200 metros, zona de vuelo del mosquito, inspección entomológica, tareas de control y vigilancia de activa. En Valencia se registraron 21 casos importados y más de 40 zonas de riesgos en la ciudad generadas por la movilidad de las personas.
La mañana la cerró Manuel Herrera Artiles, director general de Salud Pública de Canarias, con la ponencia «Coordinación de alertas frente a patógenos invasores en la Macaronesia».
Según el experto, la OMS establece que todos los años mueren 700.000 personas como consecuencia de enfermedades contagiosas y además el 80% de la población mundial corre el riesgo de sufrir alguna enfermedad de este tipo.
Herrera Artiles apuntó a la “inmediatez” de los viajes como uno de los factores claves que influyen en estas cifras. “Antes los viajes duraban días o meses y cuando llegaban a su destino o ya habían pasado la enfermedad o habían muerto directamente, pero ahora en ocho horas estás en la otra parte del mundo y si te ha picado un mosquito antes de salir ya eres el reservorio perfecto”.
En cuanto a los objetivos marcados por la OMS de reducir hasta un 70% en 2030 estas enfermedades, el ponente habló de una actual tendencia al alza “que complica alcanzar estos objetivos”.
El caso de Madeira, con 2.000 personas afectadas por dengue, activó la vigilancia en Canarias ante una posible entrada del Aedes aegytpti en las Islas. “La repercusión sobre el turismo en aquel momento fue importante para Madeira y eso hizo que nos pusiéramos las pilas, que no bajáramos la guardia”, puntualizó. Al tiempo que volvió a reiterar la necesidad de trabajar de forma conjunta entre los archipiélagos para aunar criterios en materia preventiva.
Dentro del plan de control de Canarias, el director general de Salud Pública de Canarias concretó que en las Islas existen un total de 635 puntos de muestreo que incluyen puertos, aeropuertos e invernaderos, donde se realizan muestreos semanalmente. “Estos controles son los que han permitido detectar los casos aislados que se dieron en Fuerteventura, La Palma o en Santa Cruz de Tenerife. Todos controlados en tiempo y forma”.
Como parte de la ponencia Herrera facilitó la dirección de correo electrónico a la que los ciudadanos pueden enviar sus comunicaciones de posibles casos (vectores.scs@gobiernodecanarias.org) y añadió que existe comunicación directa con las farmacias a las que acuden la ciudadanía para solicitar algún medicamento para las picaduras. “Este contacto con las farmacias nos permite elaborar un mapa de picaduras y estar al tanto si suben para actuar en caso de que fuera necesario”, puntualizó.
Recursos de interés:
- I Escuela de Verano de la Macaronesia
- Programa de la I Escuela de Verano de la Macaronesia
- Emisiones de los seminarios en el canal de YouTube de la RSEAPT
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