La Fundación Canaria para el Control de las Enfermedades Tropicales (Funccet), con la colaboración del Instituto Universitario de Enfermedades Tropicales y Salud Pública de Canarias de la Universidad de La Laguna, logró eliminar más del 90% de la población del mosquito Aedes aegypti, el vector responsable de transmitir enfermedades como el dengue o el zika, en dos barrios de Praia, la capital de Cabo Verde, aplicando pintura insecticida.
Para la puesta en marcha del proyecto Tintaedes se contó con la financiación del Gobierno de Canarias, a través de su viceconsejería de Acción Exterior, de la cual es responsable Juan Rafael Zamora Padrón.
Asimismo, actuaron como agentes colaboradores la Universidad Jean Piaget (UniPiaget) de Cabo Verde; la empresa fabricante del producto, Inesfly Corporation, S.L.; así como su homóloga caboverdiana, SITA, S.A. Además, participaron los colectivos vecinales de los barrios seleccionados, la Asociación Juvenil Black Panthers y la Asociación Unidos para el Desarrollo de Tira Chapéu.
Actuaciones
El proyecto se centró en la aplicación de pintura insecticida (Inesfly Vesta, transflutrina 0,5%) diseñada específicamente para la erradicación del mosquito Aedes aegypti. La resistencia que estos insectos generan frente a los principios activos aplicados se hace imprescindible en el estudio previo de eficacia.
Como parte del trabajo de campo se realizó previamente un estudio pormenorizado de las zonas con mayor presencia del insecto, con la finalidad de poder realizar una monitorización y cuantificar su presencia. Para ello, se distribuyeron ochenta ovitrampas en los barrios de Tira Chapéu y Várzea que, a su vez, permitieron establecer puntos calientes dentro de cada uno de estos núcleos urbanos. En función de la información recabada, se aplicó la pintura en 288 viviendas.

«Necesitábamos saber cuántos ejemplares de mosquito había previamente, así que la instalación de estas trampas nos permitió hacernos una idea de la presencia de este insecto», señaló Basilio Valladares, presidente de la Funccet. Posteriormente a la selección de las viviendas y la aplicación de la pintura, se volvieron a colocar las ovitrampas durante tres semanas para comprobar si el producto repelía al insecto, al tiempo que eliminaba sus huevos. «Este dato es importante, porque observamos que la pintura es efectiva, que mata a los mosquitos y que, además, afecta a sus huevos, lo que nos permite actuar de forma inmediata y directa sobre este vector», resaltó Valladares.
Una de las causas para la proliferación de los mosquitos reside en las pobres condiciones de higiene y salubridad en las que se encuentran esos barrios y viviendas, y que constituyen el hábitat idóneo para los mosquitos, así como la alta densidad de viviendas y personas.
Por tanto, la Funccet estableció como línea estratégica del proyecto la implicación de la ciudadanía en la mejora de las condiciones de salubridad y limpieza del entorno, así como de la prevención. «Para nosotros era clave que los caboverdianos vieran esta actuación como algo necesario y parte del día a día de su comunidad. No queríamos llegar como un agente externo, actuar e irnos. Por eso, decidimos, conjuntamente con el Instituto Nacional de Salud Pública de Cabo Verde, que era necesario explicarlo bien a la ciudadanía y formar allí mismo a las personas que iban a pintar las viviendas seleccionadas», destacó Basilio Valladares.
Como parte de la actuación, se realizó una campaña de concienciación en materia de salud y prevención a la ciudadanía de ambos barrios de Praia. Los técnicos ofrecieron formación sobre el uso de mosquiteras con insecticida, así como una explicación sobre los beneficios de la pintura y la forma de aplicación para garantizar su efectividad.
Se distribuyó la pintura y los útiles de aplicación entre los residentes a través de las organizaciones vecinales que capacitaron a voluntarios y actuaron de colaboradores en las tareas de pintado de las viviendas.
Salud y economía
Los mosquitos tienen una gran importancia en nuestra vida y queda reflejada en numerosos documentos históricos. La presencia de determinadas especies de mosquitos incide en la salud, en la economía e incluso en la configuración y gobierno de los territorios. Un ejemplo lo tenemos en el libro Mosquito Empires, del historiador J. R. McNeill, que hace una impresionante descripción de la influencia de los mosquitos en las guerras desarrolladas en el Caribe entre los siglos XVI y XIX, y deja muestras fehacientes de las derrotas o victorias en batallas, gracias a la intervención de los mosquitos que transmitían la fiebre amarilla y la malaria.
En la actualidad, hemos visto cómo la entrada de Aedes aegypti en Madeira en el año 2004 trajo un brote importante de dengue en 2012. Asimismo, en Cabo Verde, donde su presencia es habitual, se han dado brotes de dengue y zika con importante repercusión en la población. Estos mosquitos, de hábitos domiciliarios, pican en horas vespertinas y nocturnas a las personas. Su eliminación en las casas disminuiría de forma notable la posibilidad de contagio.